Ashgabat, la capital de Turkmenistán, es una mezcla fascinante de historia, cultura y desarrollo moderno. Situada en la parte centro-sur del país, Ashgabat es conocida por su impresionante arquitectura, sus grandes monumentos y el uso predominante de mármol blanco en sus edificios. Con una población estimada en alrededor de 1,2 millones de habitantes, la ciudad es un vibrante centro de actividad, que sirve como centro político, cultural y económico de Turkmenistán.
La dependencia energética de Ashgabat de los combustibles fósiles es significativa, en gran parte debido a las abundantes reservas de gas natural de Turkmenistán. Como país rico en recursos de hidrocarburos, Turkmenistán depende en gran medida de los combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades energéticas. Esta dependencia se extiende a la ciudad capital, donde la mayor parte del consumo de energía se cubre con el uso de combustibles fósiles. Si bien las cifras exactas pueden variar, se estima que aproximadamente el 70-80% del uso total de energía de Ashgabat se deriva de los combustibles fósiles.
La situación energética actual en Ashgabat es el resultado de decisiones pasadas tomadas por el gobierno de Turkmenistán, particularmente en el ámbito de la política energética y el desarrollo de infraestructura. El descubrimiento y posterior explotación de vastas reservas de gas natural en Turkmenistán llevó al gobierno a priorizar la extracción y exportación de combustibles fósiles. En consecuencia, esto condujo al establecimiento de una fuerte industria de combustibles fósiles en el país, con patrones de producción y consumo de energía que reflejan este enfoque.
A pesar de la gran dependencia de los combustibles fósiles, en los últimos años se han realizado esfuerzos para reducir la dependencia y promover el uso de fuentes de energía más limpias y sostenibles en Ashgabat. El gobierno de Turkmenistán ha reconocido la importancia de diversificar la combinación energética del país y mitigar los impactos ambientales asociados con el uso de combustibles fósiles. Se han puesto en marcha varias iniciativas para fomentar el desarrollo y la utilización de recursos energéticos renovables, como la energía eólica y solar.
En Ashgabat, estas iniciativas son visibles a través de la instalación de paneles solares en edificios gubernamentales, escuelas y complejos residenciales. El compromiso de la ciudad con las energías renovables se ejemplifica con la planta de energía solar Ashgabat, un proyecto histórico que tiene como objetivo aprovechar la energía solar y contribuir al suministro general de energía de la ciudad. Adicionalmente, se han realizado esfuerzos para mejorar la eficiencia energética en los edificios y promover prácticas sostenibles entre la población.
Ashgabat es famosa por sus maravillas arquitectónicas y monumentos, muchos de los cuales muestran el estilo y la opulencia únicos de la ciudad. Uno de los hitos más destacados es el Monumento a la Neutralidad, una estructura imponente coronada por una estatua dorada del primer presidente del país, Saparmurat Niyazov. Este monumento simboliza la declaración de neutralidad permanente de Turkmenistán en su política exterior.
Otro hito notable es el Complejo Olímpico de Ashgabat, un extenso complejo deportivo construido para albergar los Juegos Asiáticos de Artes Marciales y de Interior en 2017. Con su diseño futurista e instalaciones de última generación, el complejo es un testimonio de la ambición y la deseo de consolidarse como un destino deportivo mundial.
La gente de Ashgabat, conocida como Ashgabatis, está orgullosa de su herencia cultural y valora las costumbres tradicionales. La hospitalidad es una piedra angular de la cultura turcomana, con Ashgabatis conocida por su naturaleza cálida y acogedora. La ciudad ofrece una vibrante escena artística y cultural, con teatros, museos y galerías que muestran la rica historia del país y las expresiones artísticas contemporáneas.
En términos de industria, Ashgabat alberga varios sectores, que incluyen manufactura, textiles, procesamiento de alimentos y construcción. La economía de la ciudad está impulsada en gran medida por el sector energético, y la extracción, el procesamiento y la exportación de gas natural desempeñan un papel fundamental. Se están realizando esfuerzos para diversificar la economía y reducir la dependencia de una sola industria, con un enfoque en sectores como el turismo y la agricultura.